jueves, 13 de agosto de 2015

Avilés, subida al Gorfolí desde Villayo. En bici.

Ni mi condición física en ese momento era suficientemente buena, ni la previsión meteorológica acompañaba. Tampoco mi bici era la más adecuada para esta ruta pero, estando de vacaciones, se me antojó subir al Gorfolí, y así lo hice. Eso sí, llegué con la lengua fuera y al día siguiente no podía ni caminar.
 La senda del agua
Al fondo el Pico Friera (Gorfolí)





Nada más pasar el restaurante "Los Sauces" vislumbramos nuestro destino, cubierto este día por una suave neblina. Enseguida llegamos a la senda del agua con sus características pistas arenosas. En este punto comenzó a lloviznar débilmente. A pesar de que la predicción meteorológica había pronosticado tormenta, no creí que me fuese a coger tan de lleno.



Enseguida comenzaron los truenos, y al poco los relámpagos, que parecían caer más cerca de lo que me gustaría. Me entró el miedo y me refugié en el alero de una casa al borde de la carretera. En un cuarto de hora, más o menos, ya se oía la tormenta muy lejos, así que sólo había dos opciones: continuar o dar la vuelta. Ya estaba muy cerca de Villayo, el pueblecito donde comienza la dura subida al pico, así que... ¡venga! ¡Vamos allá!


Ya se pueden ver las antenas con mucha más claridad que al principio, incluso igual os parece que están cerca, pero la verdad es que os quedan casi cinco kilómetros de subida sin apenas descanso. No es que sea una pendiente exagerada, cualquier persona que ande habitualmente en bici no la verá delante, sin embargo para mí, que llevo meses sin tocar los pedales, fue demoledor. Pero al final mereció la pena.


 Como veis subí por encima de las nubes que ocultaban Avilés. No pude disfrutar de las vistas de un cielo despejado, pero éstas tampoco están nada mal.

Tened cuidado al bajar, hay mucha piedra suelta y surcos profundos que a veces atraviesan el camino. Y si ha llovido os encontraréis con alguna roca resbaladiza. Pero si bajáis despacio no hace falta ser ningún experto para hacer este descenso. Además recordad que no pasa nada si en un paso complicado o en el que dudáis, os bajáis y lo hacéis a pie. Si tenéis bici con doble suspensión, mejor. Si no, no pasa nada, yo no la tengo.

 Bueno. Aquí os dejo el enlace de wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11020175

Tardé casi cuatro horas, pero pasé más de media parado, en parte por la lluvia, y en parte por las fotos y los videos. Insisto, no es una ruta difícil si unas semanas antes hacéis unas pocas salidas cortas para llegar un poco entrenados.

Ánimo. Espero que la disfrutéis.






martes, 11 de agosto de 2015

Valencia de Don Juan.

Mucha gente ha oído hablar de las piscinas de Valencia de Don Juan, son muy conocidas por los asturianos y con razón. Desde Avilés no tardas más de dos horas en llegar, te garantizas el buen tiempo de la provincia de León, y las instalaciones están realmente bien. Hay piscina olímpica, de olas, toboganes, piscinas para niños, para bebés... Una que gusta mucho a los más pequeños es la que os enseño en la foto. En realidad no se puede llamar piscina porque no contiene ni un palmo de agua, pero salen chorros por todos lados, refrescando a los niños y haciendo que se lo pasen realmente bien.


Hay socorristas en todas las piscinas. Tienen restaurante, bar, merendero, un pequeño parque con columpios... vamos, que no les falta de nada. El único inconveniente es que durante el fin de semana están a tope. Intentad ir algún día por semana, aparcareis con más facilidad y no estarán abarrotadas. Y si a media tarde os agobiáis, siempre podéis acercaros a conocer la ciudad.

Nada más llegar os encontraréis con este majestuoso castillo, del cual sale un paseo asfaltado al lado del rio y rodeado de arboleda. Pero si preferís tomar algo y relajaros siempre podéis acercaros a sus calles peatonales donde las terrazas de los bares cobran vida cuando el sol va poco a poco cediendo el paso a las sombras de los edificios. Más info en: http://www.valenciadedonjuan.es/





Ruta de Marcelino. Morla de la Valdería. León.

¿Por qué este nombre a la ruta? Muy fácil, en honor a mi tío Marcelino. No solo porque a sido él quien nos ha guiado en esta pequeña aventura sino también por sus muchas cualidades. Pescador, apicultor, amante de la naturaleza y la vida rural, todos los niños le quieren y los adultos le aprecian. ¡Todo el mundo debería tener un tío Marcelino!


Salimos del pueblo leonés de Morla de la Valdería por una pista con mucha piedra, por la que subimos dejando al lado izquierdo algunas colmenas de las gentes del pueblo, y en silencio para probar suerte e intentar cruzarnos con algún ciervo, tan abundantes por esta zona.

                                       Colmenas

Continuamos ascendiendo sin perder de vista la Peña La Niña y disfrutando de los paisajes y de las interesantes explicaciones de mi tío, siempre entre chascarrillos.

                                                                                                          Peña la Niña

La parte más bonita la tenemos en la parte final, cuando ya estamos descendiendo y nos encontramos con un cartel que nos conducirá a uno de esos lugares mágicos: La Fuente Mineral de Fueyos.



Es un agua muy rica en hierro, sólo con olerla lo notaréis enseguida. Y si os atrevéis a probarla, cosa que os recomiendo, disfrutareis de un líquido considerado curativo por las personas más ancianas de los pueblos de los alrededores. Antiguamente mucha gente acudía a Morla para curarse con sus aguas, incluso mi querido tío considera que fue este agua la que le curó el estómago. Aunque también tiene una teoría alternativa sobre este tema que la expone en el siguiente video:


Continuamos un poco más arriba y enseguida llegamos a la charca. Es realmente preciosa.


Desde aquí ya es todo bajada y enseguida se llega de nuevo al pueblo. Es una ruta muy fácil y muy rápida de hacer. Si nosotros tardamos más de 3 horas fue porque nos paramos muchísimo a charlar y sacar fotos, además fuimos muy despacio. Se puede hacer perfectamente con niños a partir de 6 o 7 años.

Aunque los paisajes asturianos no tienen nada que envidiar, sí es cierto que aquí la temperatura (tanto el frio de la mañana como el calor del medio día) se hace especial por la falta de humedad y el olor de la vegetación te hace sentirte en un sitio muy diferente al que estamos acostumbrados. Es una sensación muy agradable.

Aquí os dejo el enlace de wikiloc con el track: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=10449690




Museo del ferrocarril. Gijón.

Lo cierto es que fue una visita totalmente improvisada. Pensábamos quedarnos en la playa de Poniente con los niños, pero el viento no nos lo permitió. Así que nos acercamos a ver los horarios y las tarifas. ¡Cuál fue nuestra sorpresa cuando leímos que los domingos la entrada era gratuita! ¡Y con lo que le gustan los trenes a mi niño! No lo dudamos ni un segundo: "pa dentro".


 Lo pasamos genial. Puedes subirte en algunos vagones para ver de cerca como viajaban nuestros abuelos y los niños se lo pasan pipa. Donde más disfrutó mi hijo, sin lugar a duda, fue en el tranvía.


Además los adultos disfrutareis de algunas maravillas como estas.




 También me dijeron que los sábados arrancan un tren de vapor y dejan que se suban los niños. Seguro que es divertido.

Aquí os dejo el enlace por si queréis más información: https://museos.gijon.es/page/5284-museo-del-ferrocarril-de-asturias